Greta Pontarelli es una artista de pole de 68 años. Ha ganado 8 Campeonatos Mundiales de Pole Art y Pole Sport Masters, todos a sus sesenta años, a pesar de sufrir una grave artrosis de cadera. Su última victoria fue en febrero en Florencia, donde capturó el campeonato solo unos meses después de un doble reemplazo de cadera.
Greta nació con una ligera rotación interna de las caderas, que, junto con años de gimnasia, antes de que requirieran pisos de resorte, destruyó su cartílago. Luchó contra la cirugía durante años y buscó tratamientos alternativos que le permitieron ganar tiempo, pero finalmente tuvo que seguir adelante con los reemplazos totales de ambas caderas.
Mientras Greta se preparaba para sus cirugías, comenzó a trabajar en su pieza “Encontrando las bendiciones en las cenizas”. Se basó en el arquetipo de transformación que se produce en un incendio forestal, que es necesario para que muchos brotes germinen y crezcan. Este arquetipo se relaciona con nuestras vidas y nos permite usar los desafíos como un bloque de empuje para el crecimiento. Cuando Greta terminaba de entrenar en el poste, iba con frecuencia al bosque para conectarse con el espíritu de los árboles y poder contar su historia de manera auténtica. Observó las llamas del fuego y pasó un tiempo sintonizándose con él. Cuando Greta miró el video de la coreografía del fuego, vio el fuego pero no se sentía caliente, así que de regreso al fuego fue a capturar completamente su esencia. Continuó visualizando la coreografía mientras estaba en la cama recuperándose de múltiples cirugías. Fue cuando superó los momentos de dolor cuando el efecto transformador del fuego cobró vida. Greta aprendió que los desafíos pueden ser un regalo inesperado.
Muy a menudo nos detenemos antes de llegar a la línea de meta o nos damos por vencidos cuando el éxito está a la vuelta de la esquina. Muchas veces no empezamos porque creemos que lo que queremos lograr ni siquiera es posible. Todavía es un poco surrealista para Greta que haya ganado 8 Campeonatos del Mundo, porque casi se da por vencida después de su primera clase. Estaba algo desanimada porque no podía empezar a subir al poste. Fue después de competir en America Ninja Warrior y enterarse de que era la persona de mayor edad en intentar el curso que su misión se puso en marcha. Greta pensó “¿dónde están todos los demás?” y se sintió motivada a superar sus límites autoimpuestos para dar visibilidad a su mensaje. Pronto el escenario se convirtió en su plataforma e inspirar la vida de los demás se convirtió en algo mucho más importante que las medallas.